Los peligros de olvidarte el mp3 son muchos... Bah, en realidad son dos, embolarte y/o escuchar conversaciones en el bondrio como ésta:
- ¡Hola Pitu! (ponele... pobre pitu, es la segunda vez que uso su nombre con un fin feo)
- ¡Hola Gerard! (ése es verdadero) ¿Que haces? ¿Cómo andas? ¿Todo bien? ¿Tus cosas bien?
- Sí, genial, acá, volviendo a mi house...
- ¿Estuviste de shopping?
- Sí, conseguí unas remeras re copadas.
- A verlas... (ruido de bolsa) ¡Ah! ¡Buenísmas Gerard!
En ese momento encendí mi extraordinaria capacidad de aislarme de todo sonido exterior para compenetrarme en mis habituales pensamientos ordinarios.
- ¡Hola Pitu! (ponele... pobre pitu, es la segunda vez que uso su nombre con un fin feo)
- ¡Hola Gerard! (ése es verdadero) ¿Que haces? ¿Cómo andas? ¿Todo bien? ¿Tus cosas bien?
- Sí, genial, acá, volviendo a mi house...
- ¿Estuviste de shopping?
- Sí, conseguí unas remeras re copadas.
- A verlas... (ruido de bolsa) ¡Ah! ¡Buenísmas Gerard!
En ese momento encendí mi extraordinaria capacidad de aislarme de todo sonido exterior para compenetrarme en mis habituales pensamientos ordinarios.
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