Siguiendo ciertas lógicas, las mías, con respecto al posteo de acá abajo (tampoco necesitas leerlo antes que éste, es solo una alusión a mi intención)
Cuando apenas era más criatura que ahora, quería (o me había autoimpuesto, un verdadero impuestazo) leer toooodo el booooom latinoamericanista, leer al menos una obra de toooodos esos escritooooores.
Y con el yorugua Onetti me acuerdo que me aburrí (con El Astillero más precisamente).
Bueno, quizás hoy día merezca una segunda lectura de esas primeras tantas páginas y, espero, una primer lectura de esas segundas páginas que jamás sabré cuales son.
Por lo pronto una jornada de estas que pasaron parece que fue el dia del jornalista, y mirá el decálogo que el amigo Juan Carlos (juanchi para la panadera) escribió para los escritores principiantes:
I. No busquen ser originales. El ser distinto es inevitable cuando uno no se preocupa de serlo.
II. No intenten deslumbrar al burgués. Ya no resulta. Éste sólo se asusta cuando le amenazan el bolsillo.
III. No traten de complicar al lector, ni buscar ni reclamar su ayuda.
IV. No escriban jamás pensando en la crítica, en los amigos o parientes, en la dulce novia o esposa. Ni siquiera en el lector hipotético.
V. No sacrifiquen la sinceridad literaria a nada. Ni a la política ni al triunfo. Escriban siempre para ese otro, silencioso e implacable, que llevamos dentro y no es posible engañar.
VI. No sigan modas, abjuren del maestro sagrado antes del tercer canto del gallo.
VII. No se limiten a leer los libros ya consagrados. Proust y Joyce fueron despreciados cuando asomaron la nariz, hoy son genios.
VIII. No olviden la frase, justamente famosa: 2 más dos son cuatro; pero ¿y si fueran 5?
IX. No desdeñen temas con extraña narrativa, cualquiera sea su origen. Roben si es necesario.
X. Mientan siempre.
XI. No olviden que Hemingway escribió: "Incluso di lecturas de los trozos ya listos de mi novela, que viene a ser lo más bajo en que un escritor puede caer."
Eso está
en su net, pero yo lo leí en lo de las
intoxicadas.