Fuiste a ese bar, te tomaste tu doctor lemon y escuchaste esa canción que ya habías escuchado en la radio que dice armate uno, hernán, qué lindo sos hernán, qué bien que armas hernán y te gustó, como te había gustado antes, pero ahora viste que a tus amigos también les gustó y que a la gente de alrededor también les gustó y lo cantan con una sonrisita en los labios porque se saben la letra enterita.
Y te sentiste bien, picarón.
Volviste a tu casa, oliste algo raro en la pieza de tu hermano, abriste la puerta y lo viste fumando un join.
Y como vos lo queres mucho a tu hermano, fuiste inmediatamente a la policía a denunciarlo por falopero, a ver si así aprende.
Y te sentiste bien, picarón.
Volviste a tu casa, oliste algo raro en la pieza de tu hermano, abriste la puerta y lo viste fumando un join.
Y como vos lo queres mucho a tu hermano, fuiste inmediatamente a la policía a denunciarlo por falopero, a ver si así aprende.
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