jueves, 20 de noviembre de 2008

Espectáculo repugnante

A mí me enseñaron que no se debe comer frente a quien tiene hambre.

Entonces... ¡¿Cómo podés ser tan forro de hacerle el honor a la onomatopeya del beso chillón tantas veces a tu novia que encima está buenísima justo en el asiento delante mío?!

Amén.
(eso, ámence, pero no den envidia... palabra del señor)

2 comentarios:

Tomás en Shorts dijo...

si, es injusto. pero hay mucha envidia en tus sabias palabras

La Criatura dijo...

Sí, pero las palabras nunca jamás llegan a ser como los besos...