Hace un tiempo, desde la plana intermedia de Haciendo... nos quejábamos de éstos diseños extraños que suelen tener las señalizaciones.
Si de éste no entendíamos cómo el bicicletista podía bicicletear tan rápido (la inclinación de su cuerpo nos indica contrarrestación del viento para tomar velocidad) si no tenía cuadro... (y encima se tira un pedo)
Si de éste no entendíamos cómo el bicicletista podía bicicletear tan rápido (la inclinación de su cuerpo nos indica contrarrestación del viento para tomar velocidad) si no tenía cuadro... (y encima se tira un pedo)
... los talentosos creativos municipales (alertados por la horda iracunda que se estaba levantando desde éste blog) le añadieron manubrio y horquilla.
Convirtiendo ahora al hombrecito en un pobre viejito que lleva bastón y bicicletea a baja velocidad (el viento lo frena y le cansa las piernas).
Ya que estaban ¿no podían gastar un poco más de pintura y terminar el cuadro con los pedales, cadena y asiento?
(y sí, doña, es la ley del menor esfuerzo ¿vio?)
Ya que estaban ¿no podían gastar un poco más de pintura y terminar el cuadro con los pedales, cadena y asiento?
(y sí, doña, es la ley del menor esfuerzo ¿vio?)
2 comentarios:
¿Pri?
Che, nunca me había detenido a mirar esos dibujitos, pero la verdad que hay mucha razón en este post... Unas rayitas más no van a fundir al municipio y serían más entendibles... Aparte, las ruedas son gigantes! jaja
Sí, pri. ¿?
Y sí, jaja, las ruedas las hicieron pensando en esas viejas bicicletas...
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