¡Toda mi vida diciéndoles Naranjitas a estas macabras señoras sin saber por qué carajo le decían así...
... y ahora me vengo a enterar por un niño de seis años que les dicen
Frutillitas!
¡Hay Ganesha, Ganesha! ¡Cuánta injusticia hay este mundo del tránsito frutal!
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